Después de arreglarme cogimos los
bártulos camino de la charca que había a las afueras del pueblo, Maruja y
Consuelo se divertían cogiendo Tencas “unos peces que se encuentran en las charcas de
Extremadura” son de diversos tamaños y después de lavarlos con vinagre y sal
se fríen en abundante aceite; están muy ricos.
Yo no entendía que les gustase este
deporte, para mí era de lo más aburrido, prefiero comprar las Tencas ¡Qué esa
si me gustan! El día fue negro para mí, mi pensamiento estaba en el espejo y el
baúl. Pasado el medio día nos fueron a ver el resto de las comadres, llegaron
cargadas de tortilla de patatas y chorizo casero, todo muy bueno pero las horas
iban pasando y yo en un sitio equivocado.
Acabada la excursión llegué a casa y
descolgué el espejo, mi sorpresa al observar que la esquina del tablero trasero
estaba cortada y levantada. Empecé a busca, él tenían varias capas, por fin
di con algo, lo saqué y allí se encontraban unas cartas color rosas, las guardé
antes de que fuera de noche, las sombras era cuando hacían acto de
presencia.
La noche prometía…
Buenas noches amigos.
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