miércoles, 31 de julio de 2019

El aburrimiento 19ª parte



La tarde es clara y luminosa mis dudas era salir a pasear o, seguir en el misterio, di el paso y subí a comprobar para aclara tantos frentes abiertos a la dichosas cartas, cada vez que las leía salían cosas nuevas y, nadie podía ayudarme. Subí y seguí donde lo deje el día anterior, coloqué las hojas y puse los trozos de arcilla en el lugar del dibujo coincidiendo y encajando; dibujo y barro. Dejé la última sin encajar las demás se habían introducido en su lugar, entrando como imanes. Me acerqué al busto antes de poner la última pieza, miré fijamente y note que el barro cambiaba de color formando ondas moviéndose en todas las direcciones. Procedí a colocar la pieza que faltaba, en ese momento el busto se iluminó dándose la vuelta mirando donde me encontraba, y observé que una parte de su cabeza el color era en intermitente con movimientos rápidos, en ese momento apareció la mano apoyada en la frente, estaba quieta y adherida en el barro. La luminosidad dejaba ver el interior de la pieza. En su interior figuras de menor tamaño se desplazaban acercándose a las paredes.
Todo era tan confuso y sin sentido que llegue a pensar que todo era imaginación mía. Desconecté las piezas y al acercarme al busto compruebo que la mano había desaparecido. Colocando todo en su sitio bajé la escalera y en mitad de esta los golpes sonaron repetidas veces, esos golpes que estaban diciendo algo que no entendía.
Buenas tardes amigos.  

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