miércoles, 31 de julio de 2019

El aburrimiento 19ª parte



La tarde es clara y luminosa mis dudas era salir a pasear o, seguir en el misterio, di el paso y subí a comprobar para aclara tantos frentes abiertos a la dichosas cartas, cada vez que las leía salían cosas nuevas y, nadie podía ayudarme. Subí y seguí donde lo deje el día anterior, coloqué las hojas y puse los trozos de arcilla en el lugar del dibujo coincidiendo y encajando; dibujo y barro. Dejé la última sin encajar las demás se habían introducido en su lugar, entrando como imanes. Me acerqué al busto antes de poner la última pieza, miré fijamente y note que el barro cambiaba de color formando ondas moviéndose en todas las direcciones. Procedí a colocar la pieza que faltaba, en ese momento el busto se iluminó dándose la vuelta mirando donde me encontraba, y observé que una parte de su cabeza el color era en intermitente con movimientos rápidos, en ese momento apareció la mano apoyada en la frente, estaba quieta y adherida en el barro. La luminosidad dejaba ver el interior de la pieza. En su interior figuras de menor tamaño se desplazaban acercándose a las paredes.
Todo era tan confuso y sin sentido que llegue a pensar que todo era imaginación mía. Desconecté las piezas y al acercarme al busto compruebo que la mano había desaparecido. Colocando todo en su sitio bajé la escalera y en mitad de esta los golpes sonaron repetidas veces, esos golpes que estaban diciendo algo que no entendía.
Buenas tardes amigos.  

martes, 30 de julio de 2019

El aburrimiento 18ª parte




Supuse que la mano que gateó del pozo era la causante de todo.
Estuve varios días sin subir al desván pero mi mente se negaba a dejarlo en el olvido.
Por la tarde llegó Maruja había quedado con las comadres para ir al baile, no tenía ánimos para nada estaba ausente sin concentrarme en el presente, al rato aparecieron Evaristo y Samuel, fue una gran sorpresa, al verlo mi cara sonreía recordando los buenos ratos pasados en el campo. Éramos mujeres libres pero atadas a una sociedad de engaño que no dejaba moverse a las mujeres, siempre había que estar pendiente de; el qué dirán. Maruja era muy lista e intentaba disimular delante de todos; ¡y delante del cura, ni te cuento! Le hacia la pelota como nadie pero detrás hacia lo que su cuerpo le mandaba, para el cura era una santa. Yo, admiraba su valentía y la envidiaba por saber estar en cada momento donde ella quería sin que nada trascendiera a los demás.
Al llegar la noche se le ocurrió ir a pasear al cementerio, yo no podía con esto, Maruja se acercó y dijo, -¿Tú crees que alguien se le va a ocurrir buscarnos en este sitio? -En los pueblos es el mejor escondite, ¡aquí, aquí no te busca nadie!, con el poco daño que hacen los muertos que miedo se les tiene.
La noche fue como tantas otras.
Buenas tardes amigos.

lunes, 29 de julio de 2019

El aburrimiento 17ª parte



Las horas pasaron tranquilas lo acontecido en el desván quería olvidarlo pero la mente es sabía y no deja de dar vuelta. Sobre las dos de la madrugada puse fin al día y mis intenciones era dormir. No sé el tiempo que había pasado, a media noche me despertó la música del piano comprobando los compases disonantes. Sibí a ver quien tocaba a esta hora, entré muy despacio para sorprender al personaje, al estar cerca del piano observo que una sombra cubre por completo la zona, busqué dando vueltas el poder ver algo y de pronto tropecé con un mueble y al instante la sombra desaparece dejando el piano sin cerrar.
Algo se alejaba escalera abajo y por más que la seguí desaparece entrando en los recoveco de la Calle Mayor, su risa burlona cada vez eran más fuertes entre sombras desaparecieron dejando un rastro de su triunfo.
Buenas tardes amigos.

sábado, 27 de julio de 2019

Los sueños



Nos traen los recuerdo del pasado en ellos volvemos a abrazar y reír con las personas que tantos ratos buenos hemos pasado juntos. Con mi cuñado Vicentino fueron treinta años conviviendo en su campo, lloviera, tronase, allí llegábamos la familia a dar el coñazo. Su carácter pacífico y buena persona, allí supo cuajar alrededor de todos lo que hoy se siente por él.
Los buenos ratos que pasamos esos estarán de por vida.
Un día se le ocurrió pesarnos en una romana, allí nos fue colgando como borregos entre sus cadenas.
Momentos para reír no faltaron nunca, paciencia y su aguante no tenían límites.
Anoche en el sueño recordando los viejos tiempo también nos reímos del tiempo pasado.
Gracias Vicentino.
Besos, el descanso lo tienes bien merecido.
Buenas tardes familias.