La tarde
es clara y luminosa mis dudas era salir a pasear o, seguir en el misterio, di
el paso y subí a comprobar para aclara tantos frentes abiertos a la dichosas
cartas, cada vez que las leía salían cosas nuevas y, nadie podía ayudarme. Subí
y seguí donde lo deje el día anterior, coloqué las hojas y puse los trozos de
arcilla en el lugar del dibujo coincidiendo y encajando; dibujo y barro. Dejé
la última sin encajar las demás se habían introducido en su lugar, entrando
como imanes. Me acerqué al busto antes de poner la última pieza, miré fijamente
y note que el barro cambiaba de color formando ondas moviéndose en todas las
direcciones. Procedí a colocar la pieza que faltaba, en ese momento el busto se
iluminó dándose la vuelta mirando donde me encontraba, y observé que una parte
de su cabeza el color era en intermitente con movimientos rápidos, en ese
momento apareció la mano apoyada en la frente, estaba quieta y adherida en el barro.
La luminosidad dejaba ver el interior de la pieza. En su interior figuras de menor
tamaño se desplazaban acercándose a las paredes.
Todo era tan
confuso y sin sentido que llegue a pensar que todo era imaginación mía. Desconecté
las piezas y al acercarme al busto compruebo que la mano había desaparecido. Colocando
todo en su sitio bajé la escalera y en mitad de esta los golpes sonaron repetidas
veces, esos golpes que estaban diciendo algo que no entendía.
Buenas tardes
amigos.