viernes, 29 de junio de 2018

El secreto del baúl



El sol estaba radiantes, al terminad el desayuno hemos quedado para ir a ver el material a casa de la señora Candela. La señora Candela tenía una tienda de la cual servía a toda la comarca de Extremadura, ella se encarga de visitar las fábricas y traer lo más novedoso que para ello tiene mucho gusto. Al llegar nos recibió con la amabilidad que la caracteriza. Candela ha sido una mujer de mundo, ha vivido en París y de allí vino para quedarse. Allí aprendió el conocer los lugares destacado de la industria textil.
De ello conocía la mercancía  que florecía en Béjar. 

El siglo XIX con el estallido de la revolución industrial  la producción textil aumentó notablemente, y con ella la estabilidad socioeconómica de la ciudad. El uso de máquinas especializadas, que agilizaron el proceso de producción, permitió que el mercado textil bejarano se extendiera a los pueblos cerca de Béjar y pudiera competir en el mercado textil junto a las grandes industrias.
Candela cada temporada viajaba a Béjar para trae lo más nuevo y venían de todos los pueblos a abastecerse.
Nos obsequió con un café, terminado nos pasó al salón donde nos deslumbró con lar maravillosas telas. A cada cual era más bonita.
Los linos, sedas, Lanas, cáñamo, panas, un sinfín de muestras que era difícil elegir. Candela nos oriento para no elegir prendas equivocadas; según la época.
Al final nos decidimos por el algodón.
Algodón suave y agradable al tacto. Laura eligió un verde claro, yo, por un granate.
Los vestidos las harían las costureras que estaban en el taller de Candela. Candela era maestra de la costura.
Caminamos de casa comentamos sobre Candela. Candela tenía una amiga viviendo con ella y el pueblo hablaba del acercamiento de las dos. A Candela el chismorreo no le importaba. Candela era libre. Ella seguía su vida feliz y contenta la envidia estaba servida.
                                    29-6-2018    Joaqui.
                                                  



No hay comentarios:

Publicar un comentario