miércoles, 11 de julio de 2018

Ocho de la mañana llamé a mamá



Llamé a mamá; “abre que no quiero estar aquí”. La oscuridad era total; siempre me ha dado miedo. Creo que de allí me viene el miedo a ella.
No había paredes todo era blando no había salida por ninguna parte, empecé a pensar; “este encierro será para mucho tiempo”, y me asustaba. Oía voces pero no veía a nadie, las voces eran conocidas eso me tranquilizaba.  Siempre eran los mismos nombres estaba deseando de saber  quién le pertenecía a cada uno. Mi curiosidad iba en aumento por mucho que hablaba con mamá no me hacía caso, dormía de vez en cuando. Eran momentos en los que no deseaba salir. Allí se estaba bien.
Mamá cantaba y la música me hacía olvidar.
                                                                                    11-7-2018  Joaqui.

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