martes, 10 de julio de 2018

Los sueños


Ellos nos transportan a revivir el pasado familiar, a veces nos parecen tan reales que los sigues viendo como cuando estaban a tu lado.
Al despertar añoras que la lejanía no te permite seguir soñando es cuando en ese momento retienes el sueño por ver si aparecen, pero no, ellos se fueron.

Esta noche he viajado al lado de mamá con mis hermanas, íbamos en un seiscientos conducido por Antonia –Mi madre.
Papá nos esperaba en las inmediaciones de la iglesia de San Mateos con el resto de los parientes. Subimos por la Calle Caleros hasta llegar al Puente de San Francisco. Seguimos el Camino Llano hasta la plazuela de San Juan. Bajamos por la Gran Vía cruzamos la Plaza Mayor camino de el Arco de la Estrella. Rodeando la muralla hasta llegar a La Puerta de Mérida, La Calle Ancha y por fin entramos en la Plaza de San Mateos.
Papá estaba desesperado por la tardanza. Al bajar del coche empezó a llover.
Nos sentamos en la último banco la misa estaba a punto de terminar.
Acabada la ceremonia empezamos a buscar a los parientes y por mucho que mirábamos allí no había nadie conocido aparte de nosotras todo eran personajes extraños gente de otros lugares. Antonia preguntó ¿Quién tiene la invitación? María la sacó del bolso y empezando a leer.
Al rato dijo. ¡Bueno! ya que estamos en la calle vamos a comer.
Pasamos un día muy agradable.
                                       10-7-2018   Joaqui.

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