sábado, 14 de julio de 2018

Cambiarás alguna vez




El encuentro era impropio de las dos, siempre has tenido ese orgullo que te hace sufrir más que a nadie, y transmites alrededor el sufrimiento contagiando al entorno.
Tu orgullo oh, la soberbia no te deja ver con claridad arrastrando los problemas en los que al compás nos entras. No tenemos bastante con los problemas diarios y tenemos que echar más lastres al hombro.
El encuentro se produjo en la escalinata de la Plaza Mayor al terminar se encuentra la entrada al recinto Antiguo. Quisimos mirar para otro lado pero la escalera estaba desierta y fue imposible.
El saludo frío y la conversación lenta. Intenté abordar el tema, pero tú seguías con la razón; ¡qué razón!, ¡la tuya o las mía! No entrabas en la cuestión de lleno solo intentabas justificarte sin pensar en otra cosa.
Debatiendo algo sin tener la luz que se precisa en ese momento, me despedí hasta otro día.
                                                      
                                                 12-7-2018  Joaqui.

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