jueves, 6 de julio de 2017

Mariela




Mañana de domingo. Veinticinco de julio, en un pueblo de Extremadura. Pueblo pequeño de poco más de seiscientos habitantes. Allí, vive rodeada de los que quedan en el pueblo que la vio nacer. No todos aceptan su locura después de morir su esposo. Mariela se está liberando de las cadenas que la han atado.
Esta mañana de calor asfixiante. Mariela atraviesa la plaza del pueblo, dirección al río. Las comadres se están avisando, para contar su forma de vida. El cambió está siendo tan grande que están asustadas. Piensan que se ha trastornado con la muerte de Narciso -Su marido-. Al pasar por la puerta de Manuela, la ha llamado. Manuela estaba esperando y las dos han puesto rumbo al río.
Las comadres las siguen a cierta distancia para no ser vistas.
Al llegar al Río Jerte, el agua corría limpia y transparente. Mariela se quita la ropa y se adentra en el agua. Manuela asombrada de verla sin ropa, -venga Manuela el agua te quitará los calores de la larga noche. Manuela no puede resistir la tentación y hace lo correcto, se zambulle en el agua.
Las comadres viendo detrás de un árbol el episodio. Mariela las tenía localizadas, y después de disfrutar del baño, las llama – Venga, que hacéis ahí, todas al agua, los hombre están lejos y este placer no os lo va a quitar nadie. Ellas dudan, pero Juana que no había podido dormir por el excesivo calor, salió con pasos firmes, diciendo. A la mierda los cotilleos, yo voy con ellas.
Pero detrás le siguieron todas.
Pasaron el mejor baño de su vida. ¡Claro! El primero.
Volvieron al pueblo un grupo de amigas para seguir las juergas venideras.
                       6-7-2017   Joaqui.     

No hay comentarios:

Publicar un comentario