La vida de Mariela va dando un vuelco que no esperaba, algunas de las
amigas han emprendido el largo viaje, otras están mayores para ir a bañarse al
río y, ¡sola! No ve el momento para esas fiestas. Está pensando en arreglar su
vida pero sola en casa cada vez la oscuridad está más cerca.
Llaman a la puerta, sale abrir y se encuentra al “tío” Justo, “el vecino
que la pretendió”, Buenas tardes “tío” Justo, -Buenas tarde Mariela. -pase,
pase y siente sé. ¿Qué le trae por aquí?, -estaba cerca y me he dicho, voy a
ver a Mariela y aquí estoy, ¿cómo llevas la vida?, -bueno cada día más sola en
el pueblo los amigos van desapareciendo y los que quedan no tienen fuerzas para
salir, -yo me siento joven y me gustaría divertirme, pero veo que los años pasan
deprisa; y, como los demás tendré que conformarme con esta nueva vida.
-Bueno, pues por segunda vez te pregunto ¿quieres casarte conmigo? Te vienes al cortijo allí no te sentirás
sola. –Muy tarde para ello prefiero cargar con mí soledad, ahora solo sentiría
lástima y es lo último que me gustaría ver.-Cuando vine en otro tiempo te
buscaba para llevarte el cortijo, pero hoy solo busco compañía, ¡lo mismo qué
tú! -déjeme pensarlo unos días.
-Como quieras, pero me haría ilusión pasar los últimos años contigo.
-Buenas tardes “tío” Justo.
24-8-2018 Joaqui.
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