Dichosos los que
tienen un pueblo donde pasar horas con los vecinos antiguos o la familia. ¡Mira
por donde siempre hemos disfrutado del mío!, ahora llevamos unos años que es
mejor olvidarse de él. Y la culpa la tiene la “puta” herencia esa qué esperas
años y años, y solo llega para disgustos familiares por no aceptar lo que te
asigna el muerto. Qué culpa tenemos; sí, se podía repartir equitativamente pero
nadie cede un palmo de lo adjudicado; al contrario, si puedes coges algo más.
Por ello ¡para qué ir al sitio que estás buscando el enemigo!
Así no se disfruta
ni del ambiente ni del vino que te vas a beber, siempre piensas que en la
bebida te han echado algo para acabar con tu vida y hasta el vino sabe mal.
¿Qué será que
habiendo una herencia en medio siempre hay disputas?
26-8-2018 Joaqui.
No hay comentarios:
Publicar un comentario