Aburrida estoy de
este calor, no se puede salir de casa sobre todo a pasear. En invierno te
arropas y sales con ventisca, lluvia, aire en fin, no hay miedo de asomar el
hocico a la puerta pero ahora solo percibir el calor que desde casa te echa para atrás el plantearte ir
alguna parte.
Los días son
monótonos y sin ganas de hacer ninguna actividad, solo estas pensando que pasen
las horas y que termine el mes.
Pensando en los
años de nuestra niñez, ¿Dónde estábamos con estos calores? Nos pasábamos el día
en la calle y nunca tuvimos pereza. ¡Será esto la vejez!, me niego a que esa
sea la causa de todos los males de los mayores.
Sin ninguna
actividad entre manos; muy mal por nuestra parte, ¿Pero qué hacemos?, Leer,
coser, escribir y tantas actividades a nuestro alcance y, ¡el calor apaga las
ganas! ¡De la tele!; ni hablo.
Antiguamente los vecinos
se reunían pasado la tarde y con el chismorreo; de la que no estaba delante. Recuerdo
una tarde que faltaba la “Lola” la Lola era la mujer de Víctor, un hombre del pueblo
trabajador y cumplidor con los suyos. Pero Víctor, ¡Según Lola! ¡En la cama era
soso! y Lola no estaba satisfecha con sus caricias. Entre risas iba pasando las horas, de pronto dijo Engracia, por ahí viene Lola, empezaron a cantar.
23-8-2018 Joaqui.
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