domingo, 9 de agosto de 2020

Angélica

Angélica, era una mujer adinerada, su vida transcurría en solitario, y la única ocupación que tenía era acariciar a su Caniche, de nombre Greco, eligió ese nombre para recordar a su admirado pintor. Greco, es de la raza Poodle, son perros inteligentes, juguetones, explora, husmea y reconoce su entorno, puede ver más allá de las cosas que ocurren. Angélica era una mujer muy fea, y cuando Greco pasaba a su lado, le daba coletazos, coletazos fuertes, y siempre decía. ¡Qué fea es la jodía! ¡Si no fuera por las chuletas que me da! Si los perros hablaran serian los mayores escritores del mundo, sus temas serían de lo más jugoso, y si saliesen a la luz, serian exterminados, por eso calladitos están mejor. De Angélica se puede contar de todo, era muy severa con los criados, roñosa, desordenada, y a la vez muy débil. Se ampara en los demás presumiendo de todo lo que care. A Greco le mima, dándole lo mejor. Lo llevaba de paseo al Parque del Retiro, y allí, Greco conoció a Niela una perita de su misma raza. Ella quedo preñada y al cabo de un tiempo, Niela, dejo de ir al parque, Greco buscaba sin ver a su pareja. Una tarde al terminar el paseo la divisó a lo lejos, ella caminaba y a su lado iba un caniche pequeño y él enseguida comprendió que sería de su misma sangre. Al marcharse Angélica tiraba de la correa, y Greco se resistía besando al cachorro. Esa noche se quedo en el jardín, dando vueltas en la oscuridad, llorando desconsoladamente y con sus ladridos no pudieron dormir los vecinos. Joaquina Campón.

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