lunes, 10 de agosto de 2020

La lluvia

La lluvia La lluvia cae lentamente para no despertar los benditos recuerdos, la mañana estaba fría, ventosa, desapacible. El agua fresca mojaba mis pies, seguí la calle Rodada hasta llegar a las afueras del pueblo. Allí, en la esquina de aquella casa, recordé los años vividos de amor y dicha al lado de Rosalía. Años de juventud en pleno y ardiente sol del verano caluroso, ese sol quemaba menos que nuestros cuerpos. Caminábamos cogidos de la cintura embelesados en nuestras miradas. ¿Dónde se fueron las noches y los días de tanta felicidad? Desde ese día voy al mismo lugar para recordar el pasado, y recordando sus besos reteniendo su sabor miel tan dulce como ella. Lo más bellos de la vivir es pasar el tiempo tejiendo los hilos, que sorteando el día a día, tengas la suerte de llegar a la vejez.

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