lunes, 26 de agosto de 2019

El aburrimiento XXXIII



La visita de Sebastián me empezaba a dar un poco de luz, ¡Claro que solo eran ilusiones mías!
Esa noche nos fuimos al baile los cuatro amigos el baile estaba muy animado. El pasodoble era el que dominaba el ambiente, en esto los mayores se adueñan de la pista. Iba pasando la noche y  en ese momento entró una chica dando gritos, nos acercamos a ella a ver qué pasaba, ella entre lágrimas comenta que en la calle hay una persona tirada en el suelo al parecer está muerta, todo el personal nos dirigimos a la puerta pero llegaba la policía y nos acordonaron el espacio. Maruja se escabulló y consigue llegar al personaje, al venir horrorizada se echa a llorar. – ¿Maruja, quien es? mira será mejor que nos vayamos las cosas se pueden poner peor. -¿Bueno pero di nos quién es? No te lo vas a creer es el marido de Consuelo, ella lo dio por desaparecido pero ¡Según el policía! él se vino a vivir con esa mujer hace mucho tiempo.
Y la están buscando para darle la noticia, al parecer ¡según un vecinos que es el lo ha reconocido! Llevaban mucho tiempo sin pagar en la tienda de alimentos y ellos estaban riñendo bronca, sobre bronca. Vámonos antes de tener que dar explicaciones.
Al darnos la vuelta nos dan el alto, -De aquí no se mueve nadie todo el mundo a comisaría allí cada uno dará cuenta el vínculo con este difunto.
Buenas tardes amigos.

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