martes, 13 de agosto de 2019

Destruir la magia



-No es verdad ángel de amor que en esta parte la luna brilla y se respira mejor.
-Aquí en la cascada que baña el valle.
¡Anda, no digas tonterías! No ves que es el sol el que asoma y hace calor.
-Ya lo estropeaste, yo salgo poético y tu, como siempre, sin entender nada.
¡Qué poético ni qué leche! Vámonos al río si de verdad quieres ser poético.
¿Qué cascada, a qué te refieres al chorro de agua que parece una gárgola escupiendo la poca agua que echa?
-Contigo no se puede ser poético mira si era bonito pensar que todo cambia si te esforzases un poco.
Cómo me voy a esforzar si no dices más que chorradas, ¡me hablas del charco de agua que estamos viendo!; qué es del cubo que termina de tirar la vecina al terminar de fregar; y le llamas río y, ¡ese grifo oxidado que solo escupe agua cuando llueve!
¡Venga vámonos a casa del tío Fermín allí nos pondremos contentos! ¿Y, si quieres, cuando salgamos nos vamos a ver el río? ¡Seguro, que lo veremos mejor!
Buenas tardes amigos. 

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