Los días
iban pasando y Adelina con demasiada carga.
Después
del desayuno subió al desván a ver al muerto y el personaje ha desaparecido; no
podía ser que en esa parte de la casa haya tal movimiento y ella sin enterarse.
Cogió las
cartas del baúl verde y empezó a leer.
Familias
de los antepasados de los Pernales, estos escritos darán solución a quitar
todos los males, desde que llegaron a nuestras manos las tres monedas.
Primero
tenéis que encontrar a un pavo real que no tenga un mes de vida, tenerlo
enjaulado otro mes y a partir de ese tiempo cortarle los últimos ojos de su
cola, comprobando que todos tienen el mismo color y tamaño.
Estos se
irán repartiendo en las casas que arrastran la maldición. Cuando se coloquen en
cada casa, los receptores no deben saber el motivo, pero si recordarles que
deben de guardar como el tesoro más
valioso de la casa.
Adelina
empezó guardando el suyo y empezó la tarea.
Cada día
entregaba varios en al pueblo y tuvo que salir a los pueblos de alrededor en busca de los que conocía. Fueron
pasando los meses y la remesa de la cola se le acabó, tuvo que empezar de
nuevo. Estaba tan ilusionada de poder acabar con esta pesadilla, e iba viendo
que el desván cambiaba con las primeras entregas. Leyó el resto de las cartas y
muchas eran de sus padres entrelazadas contando los familiares de sus hijos.
Adelina se propuso averiguar y conocer la procedencia de sus hermanos.
El muerto se
convirtió en un muñeco de madera pequeño.
En el baúl
verde se fue convirtiendo en un sillón de madera resistente con el atractivo de
llamar la atención para ser usado, Adelina sentándose pasó la tarde terminado de
leer las cartas.
Solo le quedaba
revisar las conexiones con las luces del busto y los trozos de barro, esto lo quedo
pendiente.
Buenas tardes
amigos.
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