Como
cambia la visión del hombre con el paso
de los años. Allá por el año 1963, sucedió la mayor desgracia en la familia,
papá cogió la maleta definitiva y desapareció para siempre. Mamá no tenía
consuelo y viendo el panorama de sus hijas se puso la coraza más pesada para
salir adelante. Esto nos llevó a aceptar trabajos ruinosos; qué con las
veinticuatro horas no teníamos suficiente tiempo para terminarlo, teníamos que buscarnos
la vida para seguir viviendo, ¡trabajo qué por aquellos años era cobrar 500
pesetas semanales!
Se
fueron arreglando las cosas; ¡Eso pensábamos!
Mi
primer trabajo era una casa particular que el dueño montó con varias maquinas de tricotar, una rematadora
y poco más en uno de los salones de su casa. Para empezar, él tenía pocas ideas
del asunto. Nos contrató; ¡bueno! Allí fuimos cuatro jóvenes a ver si salía
adelante.
Trabajamos
algunos mese sin contrato ni sueldo indefinido. Nos pagó las primeras semanas;
según los sueldos de entonces. El jefe empezó a incumplir en el sueldo y
nosotras seguimos; a ver qué pasaba.
Me
encontré en la situación de la falta de dinero en el hogar.
El
primer día me pusieron en una maquina que no había utilizado nunca, en mi casa
bordaba y cosía; un una maquina normal, esta era una rematadora, me enseñaron a
enhebrar y empecé los primeros pinitos ¡Qué fueron muy positivos para el futuro,
¡en fin! Las nóminas se iban amontonando en el cajón del jefe y nunca fue franco
en comunicar el nada y viendo el problema familiar se me ocurrió encargarles
unas prendas para mis hermanas, con ello salde la deuda con la empresa.
Hoy no me
siento orgullosa de ello; quizás, debería haber actuado de otra forma, era joven
y sin experiencia en la vida, si hubiese actuado de otra manera el negocio habría
durado más. A mis diecinueve años solo pensaba llevar unas cuantas pesetas a mamá.
Hoy he visto
a la jefa ¡dueña de la modesta fábrica!, está en una silla de rueda y he sentido
pena; ¡No porque esté en esa situación! sino
por dudar si obré bien en el pasado.
Mi primera
experiencia laboral que poniendo toda la ilusión de los años jovenes comprobé que
todo se venía abajo.
Buenas tardes
amigos.
Qué bien lo defines,no teníamos ni contratos basura. Todo por aprender un oficio...
ResponderEliminar