Soy lenta para
decidir algunas veces y ello me lleva a pensar tarde y mal.
El otro día me
encontré a Maruja, yo paseaba en las
cercanías del la Charca del Casar (Cáceres) acostumbro a ir por la
mañana buscando el frescor. A esas horas están recién regados los árboles y con
el agua de la charca, completan el aire para el placer del paseante. Vi de
venir Maruja apareció por una de las bocacalle,
iba deprisa y hablamos poco la note nerviosa y se marcho.
Me senté en un banco
al contemplar el agua allí la mañana se pasa pronto.
Al volver a casa
entre en la tienda de comestible de La
Señora María allí estaba Narcisa; Vecina de Maruja, Hablamos de todo un poco y
le pregunté por Maruja, -¡Calla!, no sabes que se nos va de vacaciones, han
organizado una excursión y se van toda la pandilla. Escuchaba y me entristeció
el asunto, yo que llevaba tiempo en hacer ese viaje y ahora que se organiza no
estoy invitada. Compré chacina de las que hace la señora María; ¡qué son las
mejores del pueblo! Me marche pensando que los amigos solo te llaman cuando
ellos sacan ventaja.
Me entristecí por no
ser invitada a la excursión, llevo tanto tiempo deseando conocer las tierras
del norte; que son las únicas qué no he visto. Me entristece esa actitud de mis
amigos; si es qué se les puede llamar amigos. Sé que llevo una vida muy
ordenada y en lo económico... ¡quizás ese es el verdadero problema! Saliendo
del entorno casero la vida cambia y no se puede mirar los gastos; bueno mirarlo sí, pero siempre surge algo
que hay que correr.
Buenas tardes amigos.
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