¡Es
tan difícil!, el pasado nos abraza y no siempre es para agradecer nuestros
actos. Las equivocaciones constantes de las que no podemos quitarnos las
cadenas que con grandes grilletes arrastramos hasta después del más allá. Ellos
son los lastres que dando vuelta siempre impiden la plena felicidad.
Para
ser feliz se necesita estar libre y limpio de culpa, ¡Pero quien está libre!
Vivimos
rodeados de familias y amigos e intentamos reír sin profundizar el pensamiento;
sobre todo, qué pensamos… No siempre la vida es tan limpia como parece
la trastienda de cada dual cerrada y al exterior salen las sombras de la duda ¿qué
habrá detrás del telón? Telón que atraviesas con el pensamiento podrido trituras
sin saber qué hay.
¡Deja la
mente quieta que el tiempo se encarga de todo!
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