La ventanilla de aquel avión me hizo pensar en la
desgracia en que quedaba la familia.
Desde allí arriba lejos de los problemas pensando en las
consecuencias futuras.
La ventana era pequeña y mi idea de saltar por allí se
enredaba en el cristal. Los campos en la lejanía se iban apagando como la luz de
mis ojos. Recordaba los abrazos de mi hijo y mis lágrimas envolviendo su cara, no
quise mirar su figura mamá siempre dijo que era lo mejor para él, ¡aunque pienso
lo contrario!
Los años
han ido pasando lejos de esa criatura sus recuerdos fueron presentes en los desvelos
demasiadas noches.
Pasado
el tiempo se hizo un hombre yo, conseguí mi carrera ¡Pero ahora qué! Se fue la vida
de los dos sin el cariño que solo en los sueños ha asistido.
Buenas
tarde amigos.
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