lunes, 24 de junio de 2019

Ángel




Ángel es uno más del centro de rehabilitación en el centro de salud. Allí vamos a poner en orden nuestros músculos, ellos son caprichosos y necesitan qué; cada cierto tiempo ser atendidos. El grupo del personal es amplío.
Allí se encuentran unas máquinas con dos brazos de las cuales salen unas vibraciones que transmitiendo estas al cuerpo los músculos obedecen y vuelven a su estado normal.
Hoy le ha tocado a Ángel y Lola compartir máquina. Cada brazo transmite por separado a la persona estás sentada en una silla. Ángel ha llegado el primero, la fisioterapeuta lo ha colocado y conectado. Al rato ha llegado Lola y ha hecho lo mismo. Lola es una señora mayor muy sencilla, viste de negro las zapatillas de andar por casa y medias marrones de espuma por debajo de las rodillas.
La máquina tarda un tiempo en hacer su función y si no lees o te conectas al móvil te aburres.
Pero Lola lo ha hecho mejor; se ha dormido y su cuerpo se ha ido inclinado hacia Ángel, Ángel no  sabía qué hacer y llamando a la fisio; le señala el cuadro, los demás todos pendientes a ver qué pasaba. En un momento Lola le ha echado el brazo contrario encima de Ángel; el pobre paciente se levanta de la silla y nervioso se viste y huye. Lola se ha despertado y comenta; me he quedado dormida. Y pregunta ¿Dónde está mi compañero?
Hoy no, nos hemos aburrido.
Buenas tardes amigos.

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