Ángel
es uno más del centro de rehabilitación en el centro de salud. Allí vamos a
poner en orden nuestros músculos, ellos son caprichosos y necesitan qué; cada
cierto tiempo ser atendidos. El grupo del personal es amplío.
Allí
se encuentran unas máquinas con dos brazos de las cuales salen unas vibraciones
que transmitiendo estas al cuerpo los músculos obedecen y vuelven a su estado normal.
Hoy
le ha tocado a Ángel y Lola compartir máquina. Cada brazo transmite por separado a la
persona estás sentada en una silla. Ángel ha llegado el primero, la fisioterapeuta
lo ha colocado y conectado. Al rato ha llegado Lola y ha hecho lo mismo. Lola es
una señora mayor muy sencilla, viste de negro las zapatillas de andar por casa y
medias marrones de espuma por debajo de las rodillas.
La
máquina tarda un tiempo en hacer su función y si no lees o te conectas al móvil
te aburres.
Pero
Lola lo ha hecho mejor; se ha dormido y su cuerpo se ha ido inclinado hacia Ángel,
Ángel no sabía qué hacer y llamando a la
fisio; le señala el cuadro, los demás todos pendientes a ver qué pasaba. En un momento
Lola le ha echado el brazo contrario encima de Ángel; el pobre paciente se levanta
de la silla y nervioso se viste y huye. Lola se ha despertado y comenta; me he quedado
dormida. Y pregunta ¿Dónde está mi compañero?
Hoy
no, nos hemos aburrido.
Buenas
tardes amigos.
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