Los años pasan
lentos y tranquilos. Las familias se separan pero el cariño y la sangre fluyen mientras
se van gastando y puliendo nuestros cuerpos. Pero la aureola se va dejando en
el aire, ella nos abraza y nos une en la distancia. Esta se cerca;
cuando conseguimos tirar del cariño que siempre se conserva.
Hoy hemos
disfrutado de un buen día las familias
Jiménez de la
Montaña.
Campón Jiménez.
José y Paco dos
cocineros de lujo ellos han bordado una hermosa paella de marisco para treinta y cinco comensales. En la falda
de la sierra de la Mosca, (Cáceres) lugar bello para el disfrute de los amantes
de la naturaleza. Han trabajado largas horas hasta conseguir darle sabor y
colorido consiguiendo el aroma necesario
para el disfrute de los comensales.
Entre vuelta y
vuelta del sofrito la mesa se surtía de las morcillas de Guadalupe; riquísimas,
en salada de patata al Ali Oli sin faltar la patatera extremeña, todo regado
con buen vino.
La mesa se ha
puesto a media mañana y no se ha vaciado hasta bien entrada la noche.
A la paella le ha
seguid el café los dulces, castañas asadas, nueces y todos los frutos obligados
de este día.
Nuestras vidas son
como un hermoso amanecer en otoño, cada uno tiene su colorido ello impregna el
cariño mientras cruzamos el tiempo y con ello el conjunto los
hace más bellos.
Buenas tardes amigos.
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