sábado, 3 de noviembre de 2018

La paella



Los años pasan lentos y tranquilos. Las familias se separan pero el cariño y la sangre fluyen mientras se van gastando y puliendo nuestros cuerpos. Pero la aureola se va dejando en el aire, ella nos abraza y nos une en la distancia. Esta se cerca; cuando conseguimos tirar del cariño que siempre se conserva.
Hoy hemos disfrutado de un buen día las familias

Jiménez de la Montaña.
Campón Jiménez.

José y Paco dos cocineros de lujo ellos han bordado una hermosa paella de marisco  para treinta y cinco comensales. En la falda de la sierra de la Mosca, (Cáceres) lugar bello para el disfrute de los amantes de la naturaleza. Han trabajado largas horas hasta conseguir darle sabor y colorido consiguiendo el aroma  necesario para  el disfrute de los comensales.
Entre vuelta y vuelta del sofrito la mesa se surtía de las morcillas de Guadalupe; riquísimas, en salada de patata al Ali Oli sin faltar la patatera extremeña, todo regado con buen vino.
La mesa se ha puesto a media mañana y no se ha vaciado hasta bien entrada la noche.
A la paella le ha seguid el café los dulces, castañas asadas, nueces y todos los frutos obligados de este día.
Nuestras vidas son como un hermoso amanecer en otoño, cada uno tiene su colorido ello impregna el cariño mientras cruzamos el tiempo y con ello el conjunto los hace más bellos.
Buenas tardes amigos.

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