lunes, 29 de octubre de 2018

Las dos amigas





La Paca y la Juana se encontraron camino del regato ellas iban a lavar los cuatro trapos que usaban sus cuerpos. -¡Hola Paca, vamos a la tarea! ¡Hola Juana! Sí, vamos que hoy viene lloviendo y los garbanzos están dándose coscorrones en el puchero, -serán los tuyos los  míos los pondré cuando llegue. – ¿por qué no los has puesto? Calla, ayer fui a por ellos a casa de la suegra y no veas la que me lió porque dice que comemos mucho di la media vuelta y salí, ¡y fui tonta!, en realidad es la alacena de la familia.
La Pruden no se acuerda de que la gente mayor come poco el único vicio que tienen es ahorrar para cuando se mueran –no digas eso ellos ahorran por que antiguamente no se tenía para el entierro y los enterraban en fosas comunes. Y a la hora de ir a llevarles flores; en la misma sepultura estaba enterrado el más malo del pueblo y las flores siempre las cogía él, por eso la Pruden quiere estar separada del que tanto daño le hizo a su padre, ¡eso no lo va a consentir! Figúrate que cuando te toque a ti, te entierran al lado del señor Genaro, ¡calla, no lo menciones!, él fue el que mató a mi padre porque le robó un poco de harina para dar de comer a la familia. ¡Y sin embargo! Él lleva robando a todos los empleados por qué no paga el subsidio y el día de mañana los empleados se verán pidiendo limosnas.
-¿Cómo llevas la ropa? – estoy terminado solo me faltan estos calcetines de Braulio y termino. ¡Venga te espero que el camino se hace más coto!

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