viernes, 9 de noviembre de 2018

Al día siguiente



Casimiro a las seis de la mañana iba camino del trabajo, allí en la esquina casi terminada la Calle Ancha, el farol que con luz tímida alumbraba a los demás compañeros que esperaban. Todos reunidos pusieron rumbo a la mina, la mina de la plata que se encontraba en la Sierra de la Mosca, cerca de los llanos  de Sierra de Fuente. (Cáceres)
Pusieron rumbo con la alforja al hombro, “la Julia le preparo el almuerzo” estaba enfadada pero no descuidó  la comida de su hombre. Preparo el tocino, queso, y buen pan acompañado de una bota de vino.
Camino del trabajo con la ropa de faena que miraba y sé decía ¡Por qué no le gustará con lo elegante que me veo!
Pasó las horas sacando piedras de la mina. Casimiro ese día estaba triste acordándose de Julia y decía para sí; Hoy cuando llegue me lavaré y cenaré sentado en mi mesa. Eso hizo y resplandeciente se sentó sin hablar con Julia. Ella estaba contenta y le preparó de cena, una liebre que le había llevado su hermano. Dudaba cual sería su reacción pero no se equivocó, cenaron y Casimiro degustó la cena. Durmieron plácidamente. La mañana siguiente Julia le saludo desde el balcón mientras cantaba su canción favorita.

Traigo de Extremadura la nobleza más pura de mis cantares.   

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