El
¡Mira que antes te
quería! ¡Pero ahora!
¿Quién te da permiso
para controlarme?, bien está que ayudes y eches una mano, pero de eso de llevar
tu solo el control.
Tu parpadeo cerrando y
abriendo los ojos, que deslumbran en la
oscuridad de la noche y sin descanso,
siempre diciendo.
Eh, sí, a ti, no mires
para otro lado, obligando a que seas el centro de atención.
De día pasas
desapercibido ¡Pero, de noche eres el amo!
Hoy me tienes muy cansada porque eres
repetitivo y muy cansino.
Se supone que estas para
ayudar a las familias,¡ pero deja dormir al personal!
Por todo ello ha pasado
a estado de reposo, allí puesto en esa estantería lejos de los enchufes, se que
te duele el abandono pero yo no puedo estar pendiente de ti sin pegar ojo.
Buenas noches.
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