Ilusiones
vanas
Cincuenta años caminando al
lado del hombre, que un día me encontré en la calle, y que me ha hecho feliz.
¡Qué bonito amanecer! Con
quince años a mis espaldas y encontrar un chico guapo y trabajador. Siempre
soñé que mi vida iba a ser un camino de rosas, caminando en mi mente siempre
pisando pétalos blancos, igual que mis
sueños.
¡Qué inocente! Con lo
difícil que es subir las escaleras, o los roles en este mundo.
Años bonitos, bodas, hijos,
pero la vida sigue el día, a día, y algunos son verdaderos nubarrones que
descargan y con ello te van restando ilusiones que se pierden y no se volverán
a recuperar.
Ahora estamos en la etapa
del invierno de la vida, ¡Y mira! no hay un día que no descargue un aguacero.
En la mañana sale el sol y
abriendo los ojos, respiras profunda mente
dando gracias por un día más. Empieza el camino y con ello los relatos.
No he encontrado un solo
escritos que diga, cuales son mis derechos u, obligaciones. Pienso que el mundo
está hecho.
Las obligaciones, para la mujer.
Los derechos, todos para el hombre.
Eso es lo que me enfurece.
Y no me importa, si él no
relatase por todo, sobre todo si hay que hacer algo de la casa.
El polvo de la casa, - ese para mí, -baños, cocinas, etc…
Pare él se limpian solos.
Pero los relatos son por
cualquier cosa. El pan se desmigaja, este arroz está soso, el pisto tiene poca
cebolla, en fin no terminaría de en numerar.
En las vacaciones todo son
pegas, la playa, -no le gusta,- la
montaña, tampoco, en resumen, no le gusta salir.
Esté, el cuento de nunca
acabar. Hablar se habla poco y por eso sufro y me duele no poder hablar aunque
sean cosas sin importancias.
Ha llegado el verano y con
su ardiente sol, ha quemado parte de nuestras vidas, por ello en el invierno
que nos queda, deberemos reflexionar y apoyarnos el uno en el otro y dejar los
relatos y discusiones guardada en el fondo del baúl y solo sean recuerdos del
pasado.
Y en el fondo nuestro
cariño está presente, pues cuando estamos lejos, aunque sean horas, el
encuentro hace sonreír nuestros rostros.
Mañana amanecerá otra vez, y
seguiré esperando que el sol brille todo
el día, ¡ya veremos!
24-6-2016, Joaqui.
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