Mirando la calle, Juárez
Abrió la puerta y sus
pupilas temblaron. De nuevo la niebla que percibía sobre su cabeza la
horrorizaba, cada vez la sentía más cerca.
Temblando retrocedió, Se
quedo quieta, unas voces se oían fuertes, sus oídos se aguzaron.
Las voces se fueron
acercando, conoció la voz de su vecina Julia, salió a la puerta. Julia venía
acompañada de otras familias.
Salió a su encuentro. En
ese momento veía el cuerpo de Carmen, hija de Julia, en brazos de su hermano
Juan que con ayuda de su padre transportaba el cuerpo sin vida de Carmen.
Los sufrimientos son de
todos. Cada día como en un juego de Damas, van cayendo los cuerpos de los
habitantes de este país.
La tela de araña que cubre
esa parte del mundo, esperan con grandes amarguras que esto acabe.
Cualquier rincón del mundo,
donde hoy no se encuentra la paz.
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