Día de cumple año
Antonia nos estuvo
esperando todo el día. Estuvo entretenida, preparando la cena.
Todos los años iguales
esto, no iba a ser distinto.
Preparó la tortilla de
patatas, pisto y tomate frito, este lo hacía como nadie. Dejaba reducir el agua
del tomate, corrido de aceite, con su correspondiente sal, esos de decir, “toma
pan y moja” y hasta que no se ve el final…
Hora señalada, la familia
en pleno a felicitar a la abuela.
Comimos y bebimos la sangría
que estaba fresca. Llegó la hora de entregar los regalos. Todos le gustaron
menos el mío. Al verlo se enfadó y dijo, ¿anda llevase eso? ¿Dónde voy con esa silla?
¡Con lo contenta que yo iba!
Disgustada se la enseñe a
mis hermanas, y el “cachondeo” estaba servido. Se fueron sentando y cada una
cantó flamenco acompañado de palmas del resto del personal. La silla fue el atractivo
de la noche. -La silla era de las que usan en el tablado flamencos andaluces-.
Cantando alrededor de la
abuela, el enfado se le fue pasando viendo lo divertida que era la silla.
La silla se vino con migo.
Y el día siguiente se la volví a llevar.
Al verla dijo, ¡Bueno esto
es otra cosa! Le había cortado las patas a la altura de silla baja, pintando de
negro toda la madera.
Entré con ella en el patio,
la coloqué donde siempre se sienta a descansar y tomar el fresco. La estuvo
mirando largo tiempo; se sentó abanico en mano. La cara de satisfacción
agradando le el regalo.
Desde entonces es su silla
favorita.
Feliz cumple años Antonia.
30-08-2014 Joaqui.
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