Vacaciones
Todo el año esperando que
se produzca ese día tan deseado para el ama de casa.
Ha llegado el momento para
elegir el itinerario, aquí es donde empieza el debate. Playa, montaña.
Ahí empezamos la discusión.
A mí, me da igual, me gustan los dos.
La decisión la toma mí
pareja. Teniendo en cuenta que, la playa no le gusta, la montaña tampoco.
Por ello siempre se acepta
la montaña, y por supuesto, pocos días. Siempre he aceptado su decisión, ¡si no
le gusta la playa! ¡Bueno!
Pero; fíjate como se ven
las cosas, después de llevar años con esto.
Ahora hemos estado en casa sin salir a la
calle a ninguna actividad, y la misión de mi esposo, ha sido.
Levantarse, arreglarse,
coger un libro y sentarse a disfrutar de la lectura.
Mí misión, después de arreglad me empiezan las
tareas… loza, suelos, baños etc, etc, etc… En ese momento me doy cuenta que mi
marido tiene vacaciones ¡todo el año! Por ello, Para qué vamos a movernos de
casa.
8-08-2014 Joaqui.
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