lunes, 4 de agosto de 2014

La enfermedad



 Te acuerdas de Amparo, si hombre, la que vivía en la parte de arriba, al final de la calle en el Nº 2, Juan, su marido era carpintero y trabajaba de sol, a sol. Siempre en ese taller que le sirvió de refugio. No se atrevía a salir de casa, porque saliendo, los comerciantes le reclamaban débitos de Amparo. Amparo, que maña se daba de gastar más que lo que su marido ganaba. Con esto Juan penó mucho, nunca estaba tranquilo paseando por las calles del pueblo, siempre le perseguía algún comerciante para pedirle las trampas de su mujer.
 Amparo no era mala pero el vicio de comprar más de lo que su sueldo alcanzaba, es un sin vivir de las familias que lo sufren.  
Juan estaba avergonzado, y una madrugada se marcharon del pueblo. Así evitó los curiosos y de paso, que nadie le pidiese algún atraso. 
4-08-2014     Joaqui.

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