El fresno
El fresno,
creció a la orilla del río, cerca de casa donde vivía Graciela y Tina.
Para las niñas, era el amigo perfecto además de su escondite.
Sus brazos estuvieron media vida unidos a Teo, “como ellas lo llamaban”. El
tronco estaba hueco. Y los días de lluvia, se refugiaban en él.
Pasaron su niñez mientras el fresno crecía.
Teo, creció a lo largo y ancho, se hizo grande y
hermoso. Sonreía al ver de llegar a las dos hermanas. Fue uno más del grupo.
Las niñas En el río bañaban sus cuerpos, Jugando
con el agua. Tino las miraba sonriente pensando que sus amigos no lo dejarían
nunca.
Fueron pasando los años. Las niñas crecieron igual
que Tino.
Graciela y tina, se dedicaron a sus estudios y los
juegos cada vez fueron menos frecuentes. Teo las echaba de menos, su soledad le
entristecía cada vez más.
Cuando otros chiquillos se bañaban, pisado sus raíces,
se movía con fuerza y les sacudía sus hojas secas, hasta que conseguía echarlos
del lugar.
Tina empezaba a ser una joven hermosa, Tina era
alta y delgada, tez morena, ojos grandes, pelo largo y recogido.
Al pasar por
las calles, las miradas de los habitantes del pueblo se volvían para contemplar
su hermosura.
Luís un joven del pueblo se fijo en ella.
Se
prometieron amor eterno.
Tina Y Luís
iban al río a bañarse, “como tantos otros jóvenes del aquellos alrededores”. Teo al verlos llegar, siempre esperaba el
abrazo de la chica. Tina pasaba sin mirar, solo tenía ojos para Luís.
Tina pronto olvidó a su antiguo amigo. Teo estaba
triste, ¡pensaba! No se acuerda de las veces que ha reído abrazada a mi cuerpo.
Teo, cada vez se sentía más solo, él quería
compartir la felicidad de los jóvenes. Pero la pareja solo tenía ojos para
ellos. A Teo le molestaba que no le quisieran. Una noche Tina y Luís se fueron
al río, la noche era espléndida. En agosto, los calores del día invitaban al
baño.
Tina y Luís se introducían en el agua, allí sus
cuerpos disfrutaban de su amor bañándose en sus frías corrientes.
Esa noche, la pareja se fue a bañar, “para ellos, el
estar juntos, era lo primero”. se zambulle ron en el agua. Teo, enfurecido
desplegó una de sus raíces, atrapando a los jóvenes en el agua, hasta dejarlos
sin vivida.
7-08-2014 Joaqui.
No hay comentarios:
Publicar un comentario