En Tintoretto
Fui una niña que disfrutó de esa edad tan bonita sin cargos de trabajo ni obligaciones que tantos quebraderos de cabezas traen a los adultos, pero todo se acaba y pasado al nuevo hogar me cargaron con todas las responsabilidades habidas y por haber sin pasar a ser adulta; no me quejo, nos tocó vivir y orgullosa de seguir cargada de años y disfrutar del sol cada mañana.
Buenas tardes amigos.
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