Estaba terminando de
ponerme el abrigo mi intención era salir a por el pan; llamaron a la puerta,
¡qué fastidio!; ya perdí la mañana, abriendo me encuentro con Amparo; pasa,
¿dónde vas tan temprano?, -Pasaba por tu puerta y me he dicho voy a subir a
tomar un café. Sienta, ¿cómo lo quieres? –cómo siempre, sin azúcar, poca
leche y de paso me pones un chorro de coñac.
¿Te has caído de la cama?
–no, hoy tengo ansiedad y lo mejor es charlar con alguien. -¿Dónde vas tú?, voy
a por el pan, se ha terminado y tengo que hacer unas sopas ¡-sopas!, sí, ellas
son muy saludable. -¡sopas!, ¿cómo dices eso, las sopas ya no se hacen eso era
para los antiguos? Los antiguos sabían comer muy bien y esto lo aprendí de mis
padres. –¡En mi casa hace años que esas comidas no se prueban!. Eso que os
perdéis.
-¡Qué va! -Los tiempos han
cambiado y ahora se comen otras cosas. Pues, yo sigo en los años aquellos y por
supuesto que no pienso cambiar. –Anda echa un poco más de coñac y te acompaño
a por el pan.
Buenas tarde amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario