Nos encontramos de
vacaciones lejos de casa.
Cerca en nuestra ciudad
se encuentran los locales donde tienen todo preparado para entregar los votos
que en las próximas elecciones el candidato más votado será el presidente; se
supone.
Emprendimos la marcha
para llegar pronto a nuestra ciudad.
El coche no
respondía, pensábamos que era del fío; el coche tiene unos años y de vez en
cuando se niega a responder. Pasado unos kilómetros se negó a seguir en medio de
una carretera desconocida para nosotros. Nos bajamos y empezamos a mirar alrededor
con el deseo de ver a alguien que nos pudiera socorrer.
Dimos una vuelta sobre
el terreno, y no lejos se ve un caserío. Nos dirigimos a él, la puerta estaba abierta,
llamamos y nadie responde.
Fuimos a la parte de atrás,
allí se encontraban los establos, estos eran amplios y cuidados y en medio de establo
se encontraban una cuadriga enganchada a dos caballos.
Estábamos asombrados viendo
como en este tiempo aparecen carros del pasado.
Sin pensarlo dos veces
nos montamos en el carro emprendiendo el viaje hacia el colegio electoral. Lo nuestro
era llegar a tiempo para no faltar a las obligaciones de cumplir con el derecho
que tantos años nos ha costado conseguir,
Hoy en
día todos sabemos de qué iba una carrera de cuadrigas gracias a la fantástica
película Ben-Hur, a propósito
de esta película hay que decir que los caballos que conduce el auriga Charlton
Heston, en su papel de Judah Ben-Hur y llamados Antares, Rigel, Altair y Aldebarán,
pertenecieron a un vecino de Tomelloso (Ciudad Real).
Buenas tardes
amigos.