viernes, 1 de febrero de 2019

La Navidad de 2018





No se sabe por dónde empezar, las compras, preparar la casa, ropa nueva en fin, montones de preparativos que se nos van acumulando y sin decidir por nosotras caemos en las redes agobiando nuestra existencia.

En estos días me gustaría vivir en una isla desierta donde nadie me diga lo que hay que hacer. En mis manos una caña de pescar y disfrutar de la arena de la playa. Pasear y bailar al compás de la música que produce el mar. A veces el mar se enfurecen con grandes oleajes, al llegar la noche su calma es total.

¡Qué necesidad tenemos de tanto agobio para cuatro días que estamos pisando donde nos pusieron en el año tal!
¿Dónde estábamos antes y dónde iremos?

Cada vez que hablan del pasado lo alejan tanto del presente y, te da por pensar, ¿Dónde estaré dentro de millones de años?

Hablando así parece que todo se toca con los dedos y echas la cuenta de los vividos y es irrisorio el tiempo que pasamos aquí. ¿Entonces para que este agobio de vida?

Por eso miras atrás y buscas los que se fueron antes y es lo único que aflora en nuestra mente, de ellos nos quedan recuerdos que no volverán, sus cánticos, sus penas que nos las trasmitieron y llevaremos hasta de volvérselas. En ese encuentro las alegrías afloraran y por fin seremos los de siempre. 
buenas tarde amigos.

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