No se sabe por
dónde empezar, las compras, preparar la casa, ropa nueva en fin, montones de
preparativos que se nos van acumulando y sin decidir por nosotras caemos en las
redes agobiando nuestra existencia.
En estos días me
gustaría vivir en una isla desierta donde nadie me diga lo que hay que hacer.
En mis manos una caña de pescar y disfrutar de la arena de la playa. Pasear y
bailar al compás de la música que produce el mar. A veces el mar se enfurecen
con grandes oleajes, al llegar la noche su calma es total.
¡Qué necesidad
tenemos de tanto agobio para cuatro días que estamos pisando donde nos pusieron
en el año tal!
¿Dónde estábamos
antes y dónde iremos?
Cada vez que
hablan del pasado lo alejan tanto del presente y, te da por pensar, ¿Dónde
estaré dentro de millones de años?
Hablando así
parece que todo se toca con los dedos y echas la cuenta de los vividos y es
irrisorio el tiempo que pasamos aquí. ¿Entonces para que este agobio de vida?
Por eso miras
atrás y buscas los que se fueron antes y es lo único que aflora en nuestra
mente, de ellos nos quedan recuerdos que no volverán, sus cánticos, sus penas
que nos las trasmitieron y llevaremos hasta de volvérselas. En ese encuentro las
alegrías afloraran y por fin seremos los de siempre.
buenas tarde amigos.
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