La boda del pasado
Ella está en mis
sueños y cabalga mientras duermo.
Es un poco rara,
aparece y desaparece cuando le viene en gana. Se repite cuando estoy muy
cansada. Quizás, esa boda fue difícil para mí.
Siempre se
desarrolla de noche. La calle en cuestión es de una subida bastante pronunciada.
Las casas de una sola planta. Los vecinos están en sus puertas tomando el
fresco. Al parecer, no tienen mucho trato entre ellos. Cada uno se limita a
estar en su puerta.
Solo en la zona
del baile se encontraban niños en la calle, mientras sus papás bailan.
Una de las
canciones más oídas era. Qué le quiten el tapón al botellón. Era lo único que
alegraba la sombra de la noche.
¡¡Ay querida libertad!!
Te vemos tras el cristal
y el pueblo quiere tenerla.
Por el corcho se ha escapado
solo una gota pequeña
pero para calmar la sed
queremos toda la botella.
Que le quiten el tapón
que le quiten el tapón
que le quiten el tapón al botellón…
Caminábamos
mis hermanas y yo buscando un medio de transporte para ir a casa. Nos habían
indicado que un poco más arriba había un
taxista. El taxista vivía al final de la calle. Seguimos subiendo hasta llegar
un bar, que el taxista llevaba en compañía de un hermano. Al llegar y hablar
con él, nos dijo que no podía llevarnos, el bar estaba lleno clientes y era
imposible.
Veíamos
que era imposible el llegar a casa ¡pues! vivíamos lejos Una de mis hermanas
dijo. Visto lo visto, aquí solo queda
una solución. Vámonos al baile de la boda y cuando acabe nos vamos con algún
pariente.
28-8-2017 Joaqui.
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