lunes, 15 de junio de 2020

Ilusión perdida






Adela, se sienta en el comedor, detrás de las puertas del balcón. Observa que, en la calle, frente a casa, hay un coche aparcado, con una persona dentro. Le llama la atención que su mirada se dirige hacia donde ella se encuentra.
De pronto reconoce a Javier y su corazón late fuertemente.
Le ve envejecido, su pelo plateado.
Ha pasado mucho tiempo desde que sus cuerpos recorrieron el salón de baile. Cuando de pronto, la luminosidad de la mañana se marchó. Vinieron las tinieblas punzantes y las noches amargas de soledad.
Tuvo que retroceder y empezar de nuevo.
─ Hasta mañana.
 Fueron sus últimas palabras, que bullen en su mente triste y sombría.
¡Es tarde! ¡Desde aquel encuentro ha sufrido tanto! Su vida ha girado en torno a la espera.
El fuego está hecho cenizas, las que no quiere remover.

                                                               Joaquina Campón.

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