viernes, 13 de septiembre de 2019

El aburrimiento XXIX






Pasamos unas horas retenidas por la Guardia Civil y a las cuatro de la madrugada nos dejaron volver al hotel. Cansadas y preocupadas por la muerte del marido de Consuelo, ¡aunque ello le beneficiaba! porque por su muerte Consuelo cobraría lo que le corresponde, pero Consuelo estaba triste la forma de perder a su hombre no

había sido la deseada. Consuelo empezó a vivir una vida nueva y las pocas penas que le quedaban las fue gastando en viajes del Inserso.

Viajando por toda la geografía de España se olvido del pasado.

En uno de los viajes conoció a Jesús, un hombre más joven que ella.  Pero Jesús al llegar al pueblo se encontró con el problema; si quieres comer, tienes que poner algo de tú parte, ahí tienes las tierras para sacar provecho de ellas, la tierra hay que doblar el lomo y echarle muchas horas, con eso y los animales que tengo, podremos vivir desahogadamente. Jesús los primeros meses callaba yendo y viniendo al trabajo, pero poco le duro a Consuelo. Una mañana se despidió de ella al salir le dio un beso y desde entonces no ha dado señales de vida.



Buenas tardes amigos. 

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