miércoles, 10 de agosto de 2016

La desconfianza



La des confianza
Amaneció el día gris, poco lluvioso, decidí salir a despejar me.

Empecé a andar, una brisa suave, acarició mi cara, el pañuelo del cuello se volvió al revés cambie el rumbo, terminé cerca de donde estaba Papá.
   
Empecé a contarle mi congoja, le contaba, que el otro día me llamó-X-y  me dijo, que me había quedado con dinero de la cartilla de Mamá, me dolió mucho esta pregunta.

Con todo este trajín, con las penas de que te acusen de algo que no has hecho.
      
 Seguí limpiando, y al mirar al suelo, vi una medalla la guarde.  Con todo esto no dejaba de llorar, de pronto vi que mis manos se mojaban, con unos goterones que parecía que no se querían desprender de mis manos.
     
Pero seguí limpiando, le tocó al trozo del florero, en el estaban las flores más bonitas, que nunca se vieron en ese recipiente.
         
 Entre lazada las manos en las flores. 
Me quedé quieta, observando el ramo, al mirar detenidamente.
Mis lágrimas se unieron con las de Papá, en ese momento comprendí, que me estaba enseñando las flores.
    
 En las flores estaban gastados, el dinero que faltaba.
Me incorporé, y salí del cementerio, pues estaba empezando a llover.          
                              10---11---2011. Historias  Cornejo.

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