La des confianza
Amaneció el día gris, poco lluvioso, decidí
salir a despejar me.
Empecé a andar, una brisa suave, acarició mi
cara, el pañuelo del cuello se volvió al revés cambie el rumbo, terminé cerca
de donde estaba Papá.
Empecé a contarle mi congoja, le contaba,
que el otro día me llamó-X-y me dijo, que me había quedado con dinero de
la cartilla de Mamá, me dolió mucho esta pregunta.
Con todo este trajín, con las penas de
que te acusen de algo que no has hecho.
Seguí limpiando, y al mirar al
suelo, vi una medalla la guarde. Con todo esto no dejaba de llorar, de
pronto vi que mis manos se mojaban, con unos goterones que parecía que no se
querían desprender de mis manos.
Pero seguí limpiando, le tocó al trozo del
florero, en el estaban las flores más bonitas, que nunca se vieron en ese
recipiente.
Entre
lazada las manos en las flores.
Me quedé quieta, observando el ramo, al
mirar detenidamente.
Mis lágrimas se unieron con las de Papá, en
ese momento comprendí, que me estaba enseñando las flores.
En
las flores estaban gastados, el dinero que faltaba.
Me incorporé, y salí del cementerio, pues
estaba empezando a
llover.
10---11---2011. Historias Cornejo.
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