sábado, 20 de agosto de 2016

El teatro



El teatro
Tengo algunas ideas sobre la forma de explicar las tareas diarias de ir a depositar los desechos de los alimentos de nuestro cuerpo.
Tareas que por otra parte junto con la alimentación, son primordiales para la salud de los seres vivos.
Pero tenemos verdadero miedo en decir dónde vamos, siempre ocultando lo que se hace en ese cuarto tan maravilloso y que tantos alivios nos aporta.
Yo lo podría representar como un teatro. Butacas, palcos y gallinero.
Cuando los alimentos entran en la boca, empieza la función.
       El portero mira la entrada, la corta y se va colocando el personal cada uno en su sitio.
Con ellos, ya están en el teatro y empiezan a recorrer las estancias de este.
Con ello las estancias se van llenando desde la puerta de entrada hasta la salida. Pero, para llegar a la salida se tiene que ver primero la función.
Mientras que se representa el tiempo no cuenta, porque no se aburren, todos contentos. Lo malo es si la música está muy alta.
A veces,  se oye en los edificios colindantes y aunque molesten no se puede hacer nada para la insonorización.
La función empieza en la boca, no importa los alimentos que se tomen, quizás los ricos coman Caviar con chuletas y los menos pudientes, huevas de sardinas con sopa de tomates (¡pero, qué buenas están!), no importa, el proceso teatral es el mismo.
 Empieza en  la boca con las piezas dentarias y con ayuda de la lengua el bolo llega al estómago después de haber bajado el hermoso tobogán.
En el estomago se centrifugan los bolos hasta hacerlos papilla. Pasando estos al duodeno. Allí se encuentra la “Tía” Lina que los obsequia con su postre favorito.
Pasando después al intestino delgado. Este en delicado y no le gustan las aglomeración, cerrando unos esfínteres y abriendo otros. Todo esto con sumo cuidado hasta llegar al intestino grueso. Este tiene más espacio y acoge a más  personas, así hasta llegar al recto.
Allí se amontona el personal, esperando que Pepe -el portero- abra la puerta para salir después del largo recorrido, llegue el final de la función.
Pepe tiene sus horas de trabajo, llegando esta abre la puerta. La salida es libre, algunos salen contentos y cantan a voz en cuello.
Los primeros en salir son los del patio de butaca, ellos están cerca de la puerta. Palco también sale pronto. Entre alguna canción, y saliendo al exterior ya no disimulan su alegría y su canto es sonoro y en ocasiones alto. Pero ellos ya han conseguido su objetivo.
Pepe tiene sus horas de trabajo y si los del gallinero no han bajado cierra la puerta y se marcha. Él no tiene paciencia para esperar a los de arriba. Dice que hace frío, se pone el abrigo cierra la puerta y se marcha.
Las personas que se han quedado encerrados se enfadan unos con otros y se pelean entre sí, llegando a las manos. Los gritos y puñetazos suenan en las paredes del edificio, los vecinos más cercanos los oyen, sin poder hacer nada por ellos. Cuando llega la noche duermen, pero algunos no aceptan el encierro y están molestando toda la noche.
Con el nuevo día Pepe cumple su misión abriendo la puerta. Ahí, es cuando los viandantes ven la luz. Su salida es rápida. Ya en la calle se desahogan con sus gritos. No les importan las voces, ellos a lo suyo.
                                                 20-8-2016   Joaqui.

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