Cuando veo pasar a
las mujeres con el jaretón de la falda por encima de las rodillas, y ver las hermosas
piernas luciendo su encanto. El sentir ese pasar de los años nuestra apagada primavera
que siempre se para en lo que dejamos; qué no volverá.
Envida al recordar
los años que podíamos lucir las nuestras con la belleza de unas medias de cristal
trasluciendo el colorido de la piel ¡y ahora! nada de faldas ¡y si las llevas! Cuanto
más largas mejor.
Ni faldas, medias ni
zapatos de tacón. ¿Qué nos queda de aquello? A llegado un no sé qué arruinando todo
lo bello de nosotras. No le he dicho que venga, pero aquí está arruinando muchos
momentos de la vida. Su aparición ha sido rápida ¡y mira que no corro por ella!
pero es incansable.
Ahí es dónde se van
viendo los años. Esas faldas los zapatos de tacón; qué nos destrozaron los pies.
Dieciocho años esperando que llegara y ¡qué pronto han pasado!.
Pero en mí interior
sigo como siempre con ganas de vivir a tope.
27-4-2018 Joaqui.
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