martes, 22 de mayo de 2018

Al calor del hogar




Cuántas horas nos tiramos sentados en cualquier rincón de la casa contemplando; un rato en la ventana, otro escuchando la radio, leemos un libro o, colocando las ropas después de planchar, todas estas cosas que parecen tan simples son las que llevan a consumir el tiempo del reloj, ese tiempo que al llegar la noche estás cansado de dar vueltas y vueltas hasta quedar todo en orden.
Y la mañana siguiente te levantas y la casa está como el día anterior, todo desordenado y vuelta a empezar.
Cuando termina el mes buscas la compensación económica: ¿Dónde está? Delante de ti, todo en orden sin la ayuda de nadie. Lo que falta es que los que lo reciben sepa apreciarlo.
 Buenas tarde.
                                               22-5-2018  Joaqui.

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