miércoles, 9 de julio de 2014

Pabellón nº 7



Pabellón número 7
Allí reposan tranquilo lejos del bullicio del mundo.
En las horas de sol, las tumbas agradecen que el Astro Rey descongele la manta que los cubre, las noches son frisa y algunos se fueron con lo puesto.
Cruces viejas, flores esparcidas por doquier, todo fuera de su sitio.
Nicho 200, 300, así siguen en la hilera del suelo. Solo en las cruces las inscripciones y algún que otro nombre.
Paseando y contemplando ese lugar esos recovecos olvidados de los que aquí quedamos, la muestra se observa en el mal estado de conservación.
Tropecé con algo que me llamó la atención, pinchada  en la tierra se encontraba una rosa blanca y reluciente, sus pétalos llenos de rocío y en el tallo pinchado en un espino, una nota escrita. Miré alrededor buscando encontrar al autor, no vi a nadie.
Seguir mi camino sin dejar de mirar la flor, la rosa seguía cambiando el movimiento en la misma disección que yo me movía, y decidí coger la nota. En ella se encontraba escrito.
 Gracias por leer esta nota. Mi deseo es que la lleve a la tumba nº 4, pabellón nº 7, allí descansa mi madre,  cuando murió no pude estar a su lado.
Le quedo muy agradecido.
De paso leda un beso y le dice que siempre la quise, aunque nunca se lo dijera.
                                       9-07-2014       Joaquina.  

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