El viento
El día había sido soleado, poco
caluroso. El viento por momento, se iba adueñando de todo el espacio; del que
se veía y de la mente humana.
Las horas pasaban, la noche hizo
su aparición. Él cada vez era más fuerte, Los árboles era sacudido con fuerza
luchando para poder mantenerse en pie.
Cinco de la madrugada, el silbido por las rendijas de las puertas, cada
vez más amenazante; dormir imposible con él en casa.
Zumbando en tus oídos era el dueño, sobre todo de tu cuerpo, volteando la
mente. Y los problemas acumulados en
ella.
Esas horas repasas tu vida, siempre encuentras dudas de si lo estás haciendo
bien. Por desgracias algo del pasado oprime tu corazón.
Con su silbido nos trae el recuerdo de tantos seres penando en el mundo,
por muy lejos que estén.
¿Si él con su poder puede y destruye cuanto se propone? Por qué no barre
toda la “mierda” de la tierra.
15-07- 2014- Joaqui.
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