lunes, 28 de julio de 2014

Larga espera



Larga espera

La noche ha sido larga, por más que intentaba dormir no ha sido posible.
Después de tomar un café y arreglar la casa, cogí el bolso y marche a la calle. No dudaba que era temprano, pero en casa me estaba ahogando.
Dando un largo paseo por el parque, sentado en un banco encontré a Paolo, un viejecito que sacaba a pasear a su perito, un caniche de pelo blanco.
Le llama Templa. Templa, el que le da compañía, y en definitiva, el único amigo que le queda.
Paolo, al verme llegar se levantó cediéndome el banco. Él está tan solo como yo y en ese banco muchos días encontramos el calor de un amigo. Cada uno habla con pasión de su familia. Esa familia que estaba a nuestro lado, cuando eran pequeños. Han crecido y volado. Siempre me cuenta lo mismo, donde trabajó tantos años.
Cuanto ganaba y lo difícil que era llegar a fin de mes.
No se arrepiente de lo vivido, sus hijos han salido adelantes gracias a su sacrificios.
Hablamos de la indiferencia que hoy se tiene con los vecinos, somos como animales que salen a pasear y si te encuentras a algunos, en vez de preguntar por tu salud, te ladran, como a un animal. Canteando la cara para que no le pidas un favor.
 Huyen. ¡Y mira que nunca, les pedimos que hagan nada!
Las horas pasan y me despido de Paolo. Paolo se levanta y saludando cortésmente dijo. Hasta mañana, aquí la espero. Hasta mañana.
Rumbo a casa de mi hijo atravesé el parque. Era verano y los jardines estaban recién regados. Su frescor y la humedad que salía de las plantas eran muy agradables. Llegando a casa de Masi, (mi hijo), llamando al timbre, contestó mi nuera. ¿Quién es? Soy yo. Abuela espera, que ahora salgo, voy a sacar a (Pachi), me senté en la escalera, a esperar. Nos fuimos a pasear al perro. Yo no quería eso. En la calle no se encuentra el calor que yo buscaba.
Otra vez será.
                             28-07- 2014-     Joaqui.

jueves, 24 de julio de 2014

Los falsos





Los falsos
Por más que pienso, no soy capaz de entender a estas personas.
 El otro día después de las clases de bailes, dirección a casa, coincidíamos x1, y yo. Anduvimos un gran trecho. Caminamos despacio.
 Nos paramos para despedirnos y mirándonos cara a, cara, empezó hablando de varias del grupo.  Escuchaba con atención. Pensaba, que era la única amiga mía. Puse la atención necesaria la suficiente para saber cuáles eran sus pensamientos sobre las demás.
Sacó varios nombres y a todas las fue criticando, diciendo sus faltas.
De Paila, comentaba, “esa bruja mala” es la que lleva el grupo al caos, Paila, es envidiosa y no soporta que nadie destaque.
Destacando se las apaña para decir mentiras y sacar comentarios falsos.
Al día siguiente en el encuentro del grupo para el baile, x1 se incorporó la última.
 Mi sorpresa al verla llegar donde estábamos reunidas. Lo primero que hizo fue ir al encuentro de Paila, y abrazando a esta le dio dos besos. Miraba con asombro a x1, ¿Cómo puede llamar amiga después de las criticas de ayer? Así siguieron en el baile como si nada. No lo entiendo.
                                       24-07- 2014   Joaqui.

miércoles, 23 de julio de 2014

Años de juventud



Años de juventud
   Años locos de esos que cuando llegas a la edad adulta piensas., por qué me tuvo que pasar.
En esa época que no te dejan ver con claridad que puede ser lo mejor para ti.
Mi juventud se equivocaba envuelta en aureola que salía de su boca. ¡Cómo hablaba!, diciendo todo lo bien que llevaría su casa y ¡sobre todo sus hijo!, ellos serian lo mejor de la sociedad. Estudios Carreras, los primeros en todo.
El alejamiento apago esa locura. El tiempo ha ordenado mi camino, ¡para bien!
Tú vida se formó al lado de tú pareja, que ha hecho de ti un pelele, sin ninguna opinión ni decisión en la vida familiar, y menos en tus hijos, ¿dónde fue tu fuerza?
Ahí, fue donde todo lo que sentía por ti se desvaneció.
Como el fuego, ella ha hecho de ti apagarte y quemar a una persona para quedar en la nada.
                                         23- 07- 2014, Joaqui.

jueves, 17 de julio de 2014

El viento



El viento
 El día había sido soleado, poco caluroso. El viento por momento, se iba adueñando de todo el espacio; del que se veía y de la mente humana.
 Las horas pasaban, la noche hizo su aparición. Él cada vez era más fuerte, Los árboles era sacudido con fuerza luchando para poder mantenerse en pie.
Cinco de la madrugada, el silbido por las rendijas de las puertas, cada vez más amenazante; dormir imposible con él en casa.
 Zumbando en tus oídos era el dueño, sobre todo de tu cuerpo, volteando la mente.  Y los problemas acumulados en ella.
 Esas horas repasas tu vida, siempre encuentras dudas de si lo estás haciendo bien. Por desgracias algo del pasado oprime tu corazón.
Con su silbido nos trae el recuerdo de tantos seres penando en el mundo, por muy lejos que estén.
¿Si él con su poder puede y destruye cuanto se propone? Por qué no barre toda la “mierda” de la tierra.
                                   15-07- 2014-   Joaqui.

viernes, 11 de julio de 2014

La libertad



La libertad

No sé porque iban llorando me sentía bien. Era la única contenta entre tanto tumulto. Por más que les comunicaba que estaba bien, nadie me escuchaba.
Entraron despacio, Cuando me soltaron mis ansias de libertad volaron con migo.
Nunca me sentí más libre, libre de cuerpo y alma. Allí no tenía que dar cuenta de mi vida.
Recorrí las calles, los campos ¡era todo tan hermoso! en la esquina donde viven esos dos hermano, ¿Hermanos de qué? No se puede llamar hermano a alguien que vez de muy tarde, en tarde. Para mí hermano puede ser el vecino que al salir del ascensor te saluda cada mañana, con una amplia sonrisa y se preocupa si has descansado esa noche.
Esos hermanos que partieron de la nada, ahora tienen algo de tierra y un poco de calderilla para vivir.
Trabajan de sol a sol, y sus ansias de poseer no les ha dejado de vivir.
A los dos los cogí de la mano e intenté su unión, su orgullo fue más fuerte.
Volé, recorriendo y buscando la compresión del tiempo pasado.
Amor desinteresado era lo único que pude encontrar.

Al fondo, al  final de la calle me estaba esperando, al llegar a su altura nos dimos las manos, para caminar en el tiempo sin que  nadie rompa la hermosura del mañana.
 El sendero era largo y muy hermoso.
                                                                22-04- 2014-   Joaqui.