viernes, 9 de agosto de 2013

Los Duelos




                                        Los Duelos
Día triste para la familia que hoy han enterrado a su padre.
En la misa los dolientes su semblante era de dolor, dolor de verdad. Esto se nota en la forma de hablar del difunto. Cinco hijos. Ha todos los he visto con la misma pena. Cabezas bajas y llorando por su padre. En la misa no han estado pendientes de ella, sus miradas han sido para el féretro. Féretro cargado de flores.
Uno de los hijos lloraba porque con él iba de caza y de pescar. Estos recuerdos los llevará de por vida.
Los acompañantes estamos allí solo unas horas, y nos limitamos a cumplir con la parte que nos corresponde, acompañar. En esos momentos que el dolor no lo llevamos dentro, lo que hacemos es observar lo que tenemos al lado.
Cada personaje es un mundo. Ropas, peinados, risas, -que, a los doliente le sientan fatal- pero callan por educación. Las críticas a todo lo que pasa es mental. Claro, estaría bueno, que encima de criticar las gorduras de que tienes al dado sin conocerlo, que encima se lo dijeras a la cara.
Lo que más me ha llamado la atención ha sido el calzado de lo que tenía cercas. He observado los pies desnudos metidos en zapatos abiertos. Y he podido comprobar las deformidades de ellos. Los dedos torcidos, uñas pintadas.
Cinco mujeres estábamos en el banco. Cada una el color de uñas diferentes.  En común los dedos torcidos, y hermosos juanetes, zapatos abiertos, los dedos al aire. Desgraciadamente con esos zapatos las faltas salen a la luz.
Una de las mujeres tenía las uñas tan cortas que para llegar al final del dedo le faltaba centímetro y medio. Las uñas recogidas y oprimidas.
Otra le pintura del esmalte solamente la tenía en la mitad de la uña, Y pensaba que seguro no ve y no llega al completo. Si hubieran estado uniformes hubiese pensado que lo habría hecho a posta.
Otra, los zapatos estaban llenos de margaritas, Margaritas grandes cubriendo toda la zona del zapato.
Pensando detenidamente, ¿donde podrían ir estas mujeres con esos pies? Es una pena que en estos sitios sin dolor ninguno lo único que se nos ocurre es ver la falta de los demás. Porque mis pies estaban precisos. Mi abuela se murió hace muchos, muchísimos años.
                                                                        09-08-2013.  Joaquina.

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