viernes, 23 de agosto de 2013

Como Presumía



Como Presumía

Como presumía mí vecina Cuando al encontrarnos en la escalera, después de una larga jornada de trabajo, comentaba lo limpia que había quedado su casa.
 Yo me tiraba fuera de la mía el tiempo de la jornada laboral. O sea,  ocho horas. Mientras yo cumplía con mi jornada de trabajo, ella fregaba su casa, Que me parece muy bien.
Lo que no me parecía bien es que se tiraba en las escaleras hablando con todo el que pasaba, gran parte de las horas. El aburrimiento de la soledad lo mataba hablando, y criticando a todas las demás.
Pero lo suyo era criticar a las amas de casa, con jornada doble, en casa y fuera de ella. Y no sé por qué, porque cuando llega del trabajo el que queda por hacer  no te lo había hecho nadie. Y por si fuera poco las cenas también son nuestras. Que la verdad, no sé donde está escrito eso. Pero en fin, las costumbres ancestrales, no vamos a cambiarla de un soplo.
Así me he tirado los treinta años yendo y viniendo a cumplir la jornada laboral.
Ella solo veía las ventajas de estar en casa, colocando y limpiando sobre limpio.
Cosa que avece envidiaba.
 Como cambian los tiempos. Me sacrifique por entrar un sueldo a casa, y hoy en la vejez tengo una nomina de por vida. Y la casa la limpio igual que antes. Si cabe ahora teniendo más tiempo, sino tengo ganas lo dejo para otro día.
Y mi vecina solo sabe preguntar qué cuánto dinero percibo.
¿Creéis que se merece saberlo?
 La vida hay que aprovecharla y dejarse de perder el tiempo en tonterías.
                            22-8-2013                   Joaquina.                  

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