martes, 27 de agosto de 2013

La Carretilla





          La Carretilla
Esta mañana me levanté temprano, tenía que entregar la cosecha en los puestos del mercado.
 Cogí mi carretilla de mano y cargue los productos del día. Tomates, Berenjenas, Calabacines, y pimientos. Fui para el mercado e iba dejando los productos en cada puesto.
Cuando acabé, empecé dando un rodeo mirando.
 Los de ropa me atraen más. Claro que no son ropas de calidad, pero el mirar no cuesta nada.
Me paré en uno que solo vendían jerséis, y cogí uno de rallas anchas, rojas y negras en horizontal. De pronto oigo unas voces que decían, suelta ese es horroroso. Al mirar para atrás veo a mis hermanas, For, Bles y Mar. Y quitándome de las manos de un manotazo deje la prenda en su sitio.
Estuvimos hablando un rato y decidimos seguir  juntas. Cogí mi carretilla, y cuando empezaba a andar me pararon en seco, diciendo ¿Dónde vas con eso? Yo estaba como asustada, no dejaban que fuera con ella. Así, tuve que dejarla en uno de los puestos.
Seguimos buscando algo que nos gustase a las tres, sí, sí. Había que pedir permiso para comprar algo. Y las demás dar el visto bueno, si no, no se compra.
 Recorrimos el mercado y ya cansada de dar vueltas decidí marcharme para casa. Y al pasar por el puesto de los jerséis volví a ver el de rallas ancha, cuando  lo tuve en las manos, la tentación no me dejo de soltarlo, pague y me fui contenta con la compra.
Al día siguiente nos juntaríamos para tomar café. Contenta con mi compra decidí ponerme la prenda.
Cuando me vieron mis hermanas les daba algo.
No tenía intenciones de comprar dicha prenda, llegando a casa la entré en una bolsa y la eche al contenedor de ropa usada.
Hay que dejar que las personas se equivoquen y no llevarlas siempre de la mano.
                                                                   27-08-2013     Joaquina.

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