¡Quédate! Me susurró al oído. No quería
oírle. Insistió.
Él contento.
No, el precio es demasiado alto, y me
preocupo por ellos.
Ellos no te necesitan, vuela por ti. En el
aire encontraras el destino de tú vida. Cabalga siempre contra los deseos de
los mortales. Te darás cuenta, que somos marionetas en manos del viento. Nos
coge, nos voltea y nos deja donde jamás quisiéramos ir.
Aquí estamos con nuestras pocas alegrías y,
demasiados problemas. Así es la vida, caprichosa, cruel, y amarga.
El camino nos atrapa como el viento al tornado .
No importan tus quejas, él es el dueño.
Allí, nos encontraremos.
31-7-2017
Joaqui
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