martes, 5 de septiembre de 2017

Errores del pasado




Con el paso del tiempo vas acumulando errores que intentas transmitir que tus hijos y nietos no caigan en ellos.
Pero una cosa es lo que tú piensas, y otra lo que ellos hacen.
Recuerdo cuando era niña, acompañaba a una amiga hasta el Instituto,-cuando estaba al lado de La Preciosa Sangre en la Parte Antigua-.
María- así se llama- me cogía de la mano y al llegar a la puerta del instituto, ella entraba, y yo me retiraba. La miraba con pena y me marchaba para casa. Allí me estaba mamá esperando  en la cocina. Cocina con trabajo que no se desenredaba hasta bien entrado el medio día. A sola fregando y ayudando en los menesteres  que conlleva la esclavitud de los bares. Agachaba la cabeza y cumplía con mi obligación. Pero me revelaba en mi interior, en el fondo lo que me gustaba era haberme quedado con mi  amiga María y como ella sacarme la carrera de maestra. La vida manda y no sé si hice bien, pero en nuestra época los hijos fuimos obedientes y respetuoso con nuestros padres. No me pesa de haber ayudado a mis padres, en esos momentos era donde tenía que estar.
Al cabo de los años y viendo lo regalado que lo tienen los jóvenes, me “cabrea” que no aprovechen todas las oportunidades que tienen y ellos solo tienen que formarse para el futuro.
¡Cuántas oportunidades quedamos aparcadas!  Ahora me encuentro en la universidad, Y me pregunto, ¿Para qué? Solo la satisfacción de saber que eso no es todo en la vida. Las cosas hay que hacerla a su tiempo. Los caminos nos van enseñado que hay que recorrerlos bien y estar en cada momento donde más se necesita.
                                   5-9-2017   Joaqui

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